"Pitch Perfect 3" regresa y vuelve con más estilo aún que las anteriores, un despliegue visual interesante y una canción de Britney Spears que todos amamos pero... también vuelve con los defectos repetidos de las dos anteriores entregas. Anna Kendrick, Rebel Wilson y las demás vuelven a participar en esta saga, con una tercera parte que desde que empezó ya estaba condenada al fracaso.
Aquí parece que los que se divierten con la película no son los espectadores, sino el elenco, pues parece ser que mientras a nosotros nos bombardean con chistes reciclados, canciones que ya no son a capella y escenas que carecen de algún tipo de sustento lógico, ellas se divierten haciendo todo lo que acabo de mencionar, y no las culpo, quién no la pasaría bien cantando, bailando y haciendo cosas divertidas en el rodaje de una película.
La historia de la película ya ni siquiera tiene sentido, tan solo está puesta como justificación para viajar, hacer más batallas entre grupos y generar escenas de acción demasiado irreverentes.
Algunas canciones que usan son lo más salvable, aunque hay muchas que tienen muchas similitudes con los temas que sonaban en las dos anteriores entregas, es decir, hubiese estado bien explorar más otros estilos musicales y no obstinarse con sólo un par de géneros musicales.
Los personajes ya se volvieron cansinos, especialmente Rebel Wilson, ya no son un grupo donde todas juntas brillan por igual, ahora las únicas que se hacen notar son Anna Kendrick, la gorda Amy y Hailee Steinfield; esta última me gustó más que en la película anterior, mínimamente.

Por otro lado, el dúo de presentadores y Anna Kendrick son lo único que no defrauda; en primera instancia, los presentadores mantienen el carisma y los comentarios ingeniosos que los caracterizaban, (fueron lo que más sonrisas me sacó); y en segunda instancia, Kendrick sigue teniendo un encanto particular que se me hace bastante irresistible en las cintas donde participa.

En definitiva: Una floja tercera parte que no puede justificar su existencia; bostezar, no reírse y poner cara de no entender lo que pasa, son algunas de las reacciones que pueden repetirse en las salas de cine.

Calificación: 3.7/10