Reconozco que a los 10 minutos pensé en dejar el visionado de esta película. Creí que era una película demasiado rara y absurda para mi gusto...pero decidí seguir viéndola un rato más, y a los 30 minutos descubrí que ya me había atrapado, y a los 50 minutos ya no la podía dejar de ver. Me cautivó, me exprimió el cerebro, me sorprendió cada escena, cada decisión de la protagonista, me absorbieron sus diálogos y posiciones tan antiguos y tan actuales sobre el patriacardo, el empoderamiento, la igualdad y la libertad.

Una de las películas más extrañas que he visto en los últimos años, con el colorido de una acuarela o de un cartel de Toulouse Lautrec; con la fantasía del Moulin Rouge o del romanticismo gótico, con unas actuaciones sublimes, con unos diálogos para grabar y repetir en cualquier taller de "machismo y patriarcado" y con una honestidad de guión que convierte "Pobres Criaturas" en una de las películas más feministas de la historia. Me quedo con esta anti Barbie.