Gangs of New York es una de esas películas que dejan un sabor agridulce, un "podría haber sido mejor de lo que es" en la boca. Tenía todos los ingredientes para haber sido una nueva obra maestra de Scorsese... pero le falta "algo". Y ese algo es un guión que peca de inconsistente. Sin duda esa fue una de las claves que hicieron que de las 10 nominaciones a las que optaba en los Oscar de aquel año se fuera con las manos vacias.
Con una buena fotografía, correcta banda sonora y espectacular puesta en escena, lo mejor del film es sin duda el duelo interpretativo entre Daniel Day-Lewis y Leonardo Di Caprio. Scorsese le dio a Day-Lewis el papel perfecto para dar rienda suelta a su histrionismo (Nominación a mejor actor secundario incluida) y, de paso, encontró en Di Caprio a su nuevo actor fetiche.
Gans of New York es una película épica, febril, contundente, pero también desigual y con tantos altibajos narrativos que le dan al conjunto una sensación de "película inacabada", como si fuera la primera de dos partes.
MI PUNTUACIÓN: 6,5