Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Caith_Sith:
7
Ciencia ficción. Fantástico. Acción. Thriller En un futuro cercano, la humanidad comienza a ver aparecer una nueva raza; los mutantes. Dotados de extraños y variados poderes, están agrupados en dos bandos: los que abogan por la integración y el entendimiento con la humanidad, encabezados por el doctor Charles Xavier, y los que buscan el enfrentamiento con una raza que consideran inferior y que les odia, dirigidos por Magnus, alias Magneto, un peligroso mutante con extraordinarios poderes. (FILMAFFINITY) [+]
3 de junio de 2011
13 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
1998 fue un año importante para el cine norteamericano comercial. La aparición de la ultrataquillera (y notable) “Blade” de Stephen Norrington abría una veda que seguiría siendo explorada en años venideros. Redefinía por completo el cine de superhéroes, alejándolo del sonrojante modelo anterior y marcaba un camino a seguir, imperfecto, abierto a una evolución. Sólo dos años más tarde, los mutantes más conocidos de la Marvel daban el salto a la gran pantalla con “X-Men” (Bryan Singer, 2000) y se confirmaban dos cosas: el realizador no había tenido un golpe de suerte con su “Usual Suspects” (1995) y las adaptaciones comiqueras vivían un nuevo renacer.

El mérito de “X-Men” fue reunir aspectos a priori secundarios (en el género) dentro de una misma carcasa, abandonar (exclusivamente) la idea de amasar ingentes cantidades de dinero y preocuparse por la historia, los personajes. Crear drama, no sólo acción. Singer, gracias a un modélico guión escrito por –entre otros- David Hayter y Josh Whedon, lo conseguía desde la fantástica primera escena que remitía al holocausto, hasta la última. Apoyándose en un reparto en estado de gracia y centrando la atención en Lobezno (un carismático Hugh Jackman), Pícara (Anna Paquin) y el duelo entre Xavier/Magneto (Stewart/McKellen), lo que se consiguió con “X-Men” sólo puede valorarse en su justa medida con ‘el tiempo’, como aliado. Creó un modelo, una forma de abordar este tipo de cine, que aún hoy (once años después de su estreno) se mantiene fresco. Para qué hablar de sus solventes efectos visuales o de grandes escenas como la de la estación de trenes; sobran las palabras. O de su fuerza discursiva al intentar contarnos la historia de todos estos personajes desde un punto de vista humano, sin prostituir sus habilidades. La acción y la política se daban la mano, dejando un poso extraño (tampoco muy profundo, eso sí) pero realmente fresco.

“X-Men” es buen cine comercial que mejoraría, y cómo, en la segunda entrega de la saga dirigida por el propio Singer y que se mantiene, a día de hoy, como el díptico cinematográfico que mejor captura la esencia de la creación de Stan Lee en el celuloide.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Caith_Sith
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow