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Voto de Caith_Sith:
7
Intriga. Terror En la década de los setenta, el Berberian Sound Studio fue el estudio de postproducción de sonido más barato y sórdido de toda Italia; por él pasaron las películas más perturbadoras. Gilderoy, un tímido ingeniero inglés experto en sonido, viaja a Italia para encargarse de mezclar el último "giallo" de Santini, el gran maestro del cine de intriga, pero pronto se verá atrapado en un mundo prohibido poblado por actores maniáticos, donde ... [+]
12 de octubre de 2012
23 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras aportar su punto de vista sobre las películas de venganzas en "Katalin Varga (2009), Peter Strickland se muda a Reino Unido para rodar su segunda película y demostrar definitivamente que es una de las voces a tener en cuenta de ahora en adelante. Con "Berberian Sound Studio" demuestra su capacidad para explotar una premisa sin caer en remarcados u obviedades, contando la historia de un técnico de sonido que se desplaza a Italia para trabajar en una película de terror italiana durante los años 70. Gilderoy (a quien da vida el siempre genial Toby Jones) es un hombre tímido, que parece abrumado por la situación en la que se encuentra y que parecía buscar en esta aventura un escape. En lo que deerivará todo esto es en la obsesión, pura y enfermiza, por la imagen y el sonido; por el cine.

Strickland elimina del relato los atajos y salta directamente entre segmentos para contar esta historia de obsesión, presentando a unos personajes concretos encargados de los distintos roles dentro de la producción de la película (que nunca llegamos a ver) a medida que el trabajo de Gilderoy va empeorando. Consumido por las circunstancias, reducido al mínimo, su trabajo va empeorando hasta que en un tercer acto maravilloso las cosas comienzan a ponerse más locas y lo que hasta entonces había sido un excepcional ejercicio de estilo por parte de su director (ojo a sus elipsis o a cómo usa el encuadre y el color para mostrar el estado de ánimo de los personajes) se convierte en una locura (ligeramente controlada, eso sí) con ecos ligeros a "Mulholland Drive" o más evidentes a "Arrebato" de Zulueta.

"Berberian Sound Studio" es un sonido, una melodía que suena de principio a fin. Las imágenes son un complemento y la narración una excusa. Se trata de dejarse llevar, de sentir, de convertirse en Gilderoy. Una experiencia digna de ver -y escuchar- y uno de los homenajes al cine más abstractos e interesantes de los últimos años. Tardará tiempo en valorarse como merece, pues no es una película de fácil digestión.
Caith_Sith
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