He de admitir que no vi esta película de crío, por lo que mi percepción de la misma ahora es evidentemente muy distinta a como podría haber sido entonces. Siendo un amante de la animación en sus múltiples vertientes, he de aplaudir el hecho de que Gerald Potterton haya sido fiel al cómic original y no lo haya ablandado y orientado al estilo Disney, por aquel entonces el reinante en el género. Así, "Heavy Metal" se coloca por mensaje, estilo de dibujo y altas doses de erotismo muchísimo más cerca de "Fritz the Cat", por ejemplo, mostrando sin tapujos sexo o tías en bolas sin demasiados problemas.

Todas las historias que se ven en la película son pequeños "cuentos" que enlazan con la creación de una bola de energía poderosísima capaz de destruir el mundo como lo conocemos, y mediante estas historias se nos va instruyendo en su poder, en sus consecuencias, etcétera. Especialmente me ha gustado la primera historia, la del taxista -que me recuerda a Tony Cipriani, de Grand Theft Auto-, y la del avión americano con todos los cadáveres convertidos en esqueletos vivientes. Incluso la de los alienígenas tiene algún puntazo, como la frase final de la fémina que acepta casarse con un robot salido: "¿estás circuncidado, no?".

La animación es irregular, con trazos rápidos o gruesos según convenga, sin seguir un estilo definido no ya en cada una de las historias, sino en general. Pese a todo es de muy buen nivel, y los fondos, criaturas o cuerpos están sublimemente creados, mención especial de nuevo para todas las damas que se pasean en cueros por ahí. Interesante, sin duda, con alguna historia fantástica, otras más flojas, pero en general un interesante recopilatorio de historias a priori inconexas pero que entretienen lo suyo.