Entiendo que las opiniones son como los colores y que cada persona observa un mismo evento con diferentes ojos. Mucho de esto tiene que ver con las emociones del momento, la cultura y sobre todo el intelecto. Es cierto que a la película le puede sobrar algo de metraje, pero es innegable que se trata de un portento visual como vehículo para un gran mensaje. Ese que repite Cameron sin cesar sobre el malestar de un mundo que le ha vuelto la espalda a la naturaleza y los valores, y en el que prima la violencia del ser humano. Si a ello le sumamos un envoltorio tan hermoso como la imaginación pueda dar de sí, una historia emotiva con escenas plagadas de un ritmo y tensión encomiables y el buen hacer de un cineasta comprometido con la tecnología y la naturaleza, el resultado no puede ser una obra menor y cualquiera de los posibles fallos deberían ser vistos con permisividad y sin prejuicios. Desde mi punto de vista, pese a quien pese, creo que estamos ante una importante saga cinematográfica que quedará así registrada en los anales de la cinematografía.