Soy cinéfilo y escritor de novelas, las cuales muestran una cierta influencia cinematográfica. Filmaffinitty es un punto de referencia para todo aficionado al cine, que desea saber si una película merece o no la pena, a pesar de que opiniones las hay como estrellas en el firmamento. De buena a mala, o simplemente pasable, la película que nos ocupa merece el calificativo de: PASABLE.
Soy un admirador de las películas de época, en especial las inglesas, y la BBC como sinónimo de garantía. Las recreaciones, la fotografía, el atrezo, los diálogos, las interpretaciones, la música.... Todo es magistral. Esta serie es admirable en cuanto a lo anteriormente enunciado, pero tiene un grave problema en cuanto a la reiteración. Es como estar metido de lleno en bucle en el que se todo se repite sin cesar. En la primera temporada esta premisa funciona. En la segunda empieza a resultar pesada la misma fórmula. En la tercera ya se hace cansino. En la cuarta estuve a punto de tirar la toalla. Uno no entiende por qué los guionistas no son capaces de buscar alternativas más ingeniosas que las de someter a sus protagonistas a una serie de problemas sin tregua alguna. Este, y no otro, es el auténtico motor, pues con la colilla del último cigarro ya se está encendiendo el siguiente. La vida se compone de problemas, pero no a este nivel que raya en lo absurdo. Y lo peor es que muchas de las situaciones, tales como los problemas de pareja, siempre tienen la misma base pero con diferentes personajes. También resulta extenuante que una serie de 43 capítulos se cimente en la animadversión de lobo hacia el correcaminos, que una y otra vez intenta fastidiar sin conseguirlo. ¿De verdad podemos disfrutar, capítulo a capítulo, con el mismo truco de feria? Casi todas las historias tienen un elemento común; todas ellas versan sobre la irrupción de un elemento o problema de diversa consideración en la cotidianeidad de unos personajes. Es el motor habitual. Cuando la película o el libro termina, el problema toca a su fin, resuelto o no. Lo malo es cuando en una serie, terminado el problema, se encadena con el siguiente, y así sucesivamente. Algo que no deja de ser curioso y motivo de análisis, por cuanto en la vida real no gustamos de los problemas, terminen bien o mal, y sin embargo nos gusta contemplarlos en los sufridos personajes que recrean las diversas historias. De psicoanálisis.