No puedes dormir hasta entrada la madrugada, te esperan por delante 10 horas de la rutina suicida de Cronos, y sigues sonriendo a las 7:35 de la mañana.

A todos nos ha pasado. Acabas acostándote tarde, no puedes dormir, a la mañana siguiente tienes que volver a tu vida de mierda, aburrida y repetitiva... Pero sonries. Sonries porque vas a ver a "esa persona". Tampoco tienes un vínculo muy fuerte, bueno, no un vínculo muy fuerte recíproco. Pero ahí estás, sonriendo estúpidamente.

No hay un motivo exacto para esa fascinación, es por absolutamente todo su ser, pero tampoco hay nada concreto. Podría ser cualquiera. Le ha tocado. Todo el confeti y todo tu éxtasis son para ella. No ha hecho nada, pero tú sigues sonriendo estúpidamente.

Para ti es un sentimiento muy especial, una canción, un baile... Un musical. Pero nadie lo vive excepto tú. ¿Por qué nadie sabe esa melodía? Acabas involucrando personas externas, ni quieren ni pintan nada en tu canción. ¿Por qué deberían saberse la melodía? Ellos no saben nada.

No quieres perderla, pero esa persona te pierde a ti. Hay que actuar. Debes demostrárselo. Pero no vale con palabras. Vas a cantar.

Vas a alcanzar tu objetivo, vas a transmitir lo que sientes. Un sentimiento puro. Pero obviamente no correspondido, es una estrategia suicida. Igual que todas las mañanas, son las 7:35.

Y como todas las cosas buenas de la vida: Tu canción empieza, y tu canción termina.