Desde el minuto 1 hasta el final pasan cosas. La trama va avanzando poco a poco hasta que se descubre todo. Y la sensación una vez vista es que ha estado bien, ha sido entretenido, has seguido la película con un cierto interés y no se te ha pasado por la cabeza ningún pensamiento del tipo "pero como meten este disparate aquí" o "ahora nos salen con esto", lo cual para el cine que se destila hoy en día no es poco. La peli se deja ver, te lo dan bastante masticado todo para que no tengas que pensar demasiado. Ideal para una tarde de resaca en la que prefieras no tener las neuronas demasiado activas. Vamos, como casi todas las pelis del Russell.