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Voto de thedeparted2017:
10
8,2
169.554
Drama. Ciencia ficción
Gran Bretaña, en un futuro indeterminado. Alex (Malcolm McDowell) es un joven muy agresivo que tiene dos pasiones: la violencia desaforada y Beethoven. Es el jefe de la banda de los drugos, que dan rienda suelta a sus instintos más salvajes apaleando, violando y aterrorizando a la población. Cuando esa escalada de terror llega hasta el asesinato, Alex es detenido y, en prisión, se someterá voluntariamente a una innovadora experiencia de ... [+]
8 de diciembre de 2007
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acabo de ver la famosa naranja de Kubrick y lo único que puedo decir es que me ha dejado impactado. Bueno, decir podría decir más cosas: extravagante, agobiante, violenta y muy cargada sexualmente hablando, con un vocabulario un poco raro... No sé, demasiados adjetivos para una sola película, quizá por eso es tan excelente.
Kubrick nos adentra en un mundo un poco atemporal, que no sabría decir si es futurista o algo retro, con unos personajes tan raros como la época en la que viven. La filosofía de estos personajes es un poco peculiar (y vomitiva dicho sea de paso), pues se basan en putear al personal siempre que puedan, sin importarles las consecuencias y a sangre (muy) fría.
Sin embargo la historia sigue a uno de ellos en concreto, que nos cuenta la historia, Alex. Este chico ingresa en prisión y es sometido a un más que sofisticado y no demasiado bueno tratamiento con el que pretenden convertirlo en una máquina, pretenden hacer de él una persona predecible, una persona que no pudiera hacer nunca más en su vida ninguna abominación, ningún crimen, ni siquiera defenderse o acostarse con una mujer, cosas naturales, respuestas naturales que cualquiera haría sin necesidad de ser un criminal: lo convierten en esa naranja mecánica que siempre respondiera de la misma manera.
Sin embargo, y por esto es esta película tan increíble, no se puede cambiar a una persona. La película introduce aquí una reflexión apasionante: ¿podríamos lavarle a alguien el cerebro, conseguir que haga lo que nosotros queramos y que ello no le suponga a esa persona un profundo trauma psicológico? Y, lo más importante, ¿podríamos hacer que un perfecto psicópata, un loco (aunque sensible, pues jamás entenderé como a ese perfecto majadero le gusta la música de L.V. Beethoven), alguien que ni siquiera podría decirse que se controla por sí mismo, lo podríamos controlar nosotros, programarlo? Si la respuesta a las preguntas fuera sí, cualquier cosa en este mundo sería posbile, cualquier persona en este mundo podría ser preparada para que cada uno haga lo que quiera con ella...La verdad, es mensaje daría muchísimo que hablar y es verdaderamente apasionante.
Por otra parte, la película sirve también de crítica para la sociedad, la violencia, el pandillaje... Por supuesto las drogas, creo que telón de fondo de todo este film tan extraño como profundo.
Necesitaba escribir esto, necesitaba poner por escrito lo que he visto esta tarde, porque jamás pensé que una película diera tantísimo que hablar y tanto que pensar.
Kubrick nos adentra en un mundo un poco atemporal, que no sabría decir si es futurista o algo retro, con unos personajes tan raros como la época en la que viven. La filosofía de estos personajes es un poco peculiar (y vomitiva dicho sea de paso), pues se basan en putear al personal siempre que puedan, sin importarles las consecuencias y a sangre (muy) fría.
Sin embargo la historia sigue a uno de ellos en concreto, que nos cuenta la historia, Alex. Este chico ingresa en prisión y es sometido a un más que sofisticado y no demasiado bueno tratamiento con el que pretenden convertirlo en una máquina, pretenden hacer de él una persona predecible, una persona que no pudiera hacer nunca más en su vida ninguna abominación, ningún crimen, ni siquiera defenderse o acostarse con una mujer, cosas naturales, respuestas naturales que cualquiera haría sin necesidad de ser un criminal: lo convierten en esa naranja mecánica que siempre respondiera de la misma manera.
Sin embargo, y por esto es esta película tan increíble, no se puede cambiar a una persona. La película introduce aquí una reflexión apasionante: ¿podríamos lavarle a alguien el cerebro, conseguir que haga lo que nosotros queramos y que ello no le suponga a esa persona un profundo trauma psicológico? Y, lo más importante, ¿podríamos hacer que un perfecto psicópata, un loco (aunque sensible, pues jamás entenderé como a ese perfecto majadero le gusta la música de L.V. Beethoven), alguien que ni siquiera podría decirse que se controla por sí mismo, lo podríamos controlar nosotros, programarlo? Si la respuesta a las preguntas fuera sí, cualquier cosa en este mundo sería posbile, cualquier persona en este mundo podría ser preparada para que cada uno haga lo que quiera con ella...La verdad, es mensaje daría muchísimo que hablar y es verdaderamente apasionante.
Por otra parte, la película sirve también de crítica para la sociedad, la violencia, el pandillaje... Por supuesto las drogas, creo que telón de fondo de todo este film tan extraño como profundo.
Necesitaba escribir esto, necesitaba poner por escrito lo que he visto esta tarde, porque jamás pensé que una película diera tantísimo que hablar y tanto que pensar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Escenas míticas del cine: el tratamiento, viendo películas, con la música de Beethoven de fondo, increíble, acojonante si se me permite, me pone los pelos de punta.
La última media hora, su vuelta a casa después de la terapia, como todo se vuelve en su contra y él es incapaz de responder como una persona cualquiera, una manera de criticar el sistema, una forma de criticar ese lavado de cerebro, y al mismo tiempo, de nuevo pone de vuelta y media a la sociedad, porque él, Alex, ha conseguido "desintoxicarse", pero ha formado un círculo vicioso en el que todos los que han recibido ahora quieren dar...y así la historia se repite.
La última media hora, su vuelta a casa después de la terapia, como todo se vuelve en su contra y él es incapaz de responder como una persona cualquiera, una manera de criticar el sistema, una forma de criticar ese lavado de cerebro, y al mismo tiempo, de nuevo pone de vuelta y media a la sociedad, porque él, Alex, ha conseguido "desintoxicarse", pero ha formado un círculo vicioso en el que todos los que han recibido ahora quieren dar...y así la historia se repite.