El profesor con el que la protagonista está realizando la tesis aparece muerto en la facultad. Muere mientras ve una peli. Dicha protagonista roba la cinta sin ningún tipo de cuidado. Si Amenábar hubiese hecho un guión medianamente creíble, esta chica habría sido detenida al momento como principal sospechosa de un posible asesinato o, como poco, habría tenido que responder al por qué del robo de la cinta. Sin embargo, no hay investigación alguna y la cinta se la queda con total tranquilidad el friki amante de la violencia.

La escena en la que se nos presenta al personaje de Noriega es completamente absurda. No sólo se ve a la legua que el malo es él y no sólo es ridícula la reacción de la protagonista sino que, además, deja en nada los falsos giros de guión en los que Amenábar nos quiere confundir intentando que creamos que los malos son otros. Cuando a la desesperada nos intenta confundir para que creamos que el malo es Chema es para echarse a llorar. Gatillazo total.

Ángela huye de su nuevo tutor de tesis a plena luz del día y por los pasillos de la facultad porque cree que es un asesino. Nadie sospecha nada. Nadie pregunta ni se extraña sobre por qué una alumna está siendo perseguida por un profesor. Pero es que ella tampoco pide ayuda. Genial.

Confío en que, si dos alumnos de la universidad encuentran en la propia universidad y en el escenario en el que ha aparecido muerta una persona una cinta en la que se puede ver el brutal asesinato de una chica desaparecida dos años atrás, estos irán inmediatamente a la policía. Amenábar no confía mucho en ello. Tampoco confía cuando el friki mata en un forcejeo al profesor y nuevo tutor de la tesis de Ángela cuando tenía a esta atada y preparada para hacer una snuff. No lo hacen porque Chema siente que "no le cae bien a nadie, incluidos los maderos". Patético.

Bosco (Noriega) es un asesino y un psicópata que descuartiza chicas y lo graba. Sin embargo, él se pasea por la universidad cámara en mano (la misma con la que graba sus crímenes). Hasta el Inspector Gadget habría resuelto la desaparición de la tal Vanessa en cinco minutos, sobre todo si tenemos en cuenta que la mejor amiga de esta chica sospecha que ha sido asesinada y, según ella, la propia policía ya sospecha sobre una red de venta de cintas snuff en las que se asesina gente. Por supuesto ella no acude a comisaría, se lo cuenta a Ángela.

Supongo que no hace falta que siga.