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Voto de cineoptero:
9
Western. Aventuras Travis y Sandy, dos jóvenes tratantes de caballos, aceptan la oferta de guiar a un grupo de mormones que se dirigen a California para cultivar las fértiles tierras del valle del río San Juan. En medio de las dificultades del viaje se encuentran con un trío de artistas ambulantes que siguen su mismo camino: se trata de una pareja madura y la joven Denver, de quien Travis se enamora. Pero su encuentro con los Clegg, unos forajidos a los ... [+]
25 de junio de 2009
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me encanta esta película. La vi con la idea de que era una obra menor del director por lo que había leído, pero la sorpresa fue mayúscula. Es cierto que cuenta con una trama muy simple con la que trabajar, pero lejos de ser un problema se convierte en su principal mérito, pues los resultados superan con mucho cualquier expectativa. La trama pasa a ser una mera excusa para hacer un minucioso estudio del ser humano y la convivencia de una comunidad, en la que los personajes centrales quedan algo relegados en favor de una elaborada estructura coral. La sencillez de la trama no impide que el guión sea magnífico, en particular unos ágiles diálogos, que facilita a Ford la materia prima necesaria para hacer un espectacular despliegue de todo su talento tras la cámara. Por un lado en su capacidad de composición del plano, en particular en su vertiente de paisajista, se ve recompensada con planos de gran belleza en los que la caravana se integra con el paisaje como un personaje más. Pero aún más difícil y genial es la minuciosa descripción de los personajes y sus relaciones, cargadas de humanidad, humor y sensibilidad, en base a una puesta en escena magistral en la que los detalles, las miradas o los gestos son auténticos protagonistas. Una vez más se beneficia de un casting en conjunto magnífico, con especial mención para Ward Bond, y en el que solo se hecha en falta a un protagonista con mayor carisma que Johnson (sin hacer un mal trabajo), digamos por ejemplo John Wayne. Wagon Master es un regalo para los admiradores de la obra de Ford por ser, tal vez, una de sus obras más personales. Una sincera reflexión sobre los prejuicios e integración dentro de la comunidad de hermosa factura formal que logra grandes cosas con muy pocos elementos. Eso no lo hace cualquiera. Pero a quién le extraña: es Ford.
cineoptero
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