Todos intentamos encontrarle el sentido a nuestra vida, sin excepción alguna. En las situaciones límite es dónde cobra importancia ese propósito que te empuja a seguir caminando. Todos en la vida pasamos por momentos críticos. Cada persona con una diferente intensidad y con los límites que la fortaleza interna propia marque. Pero hay algo común entre todos nosotros, y es que necesitamos ver la luz cuando estamos inmersos en el túnel. La fuerza con la que luzca marcará la entereza con la que afrontaras tu paso por el. Es una auténtica quimera intentar pasar el túnel sin una luz que te ilumine el camino. Cada persona encuentra la luz en un determinado componente de su vida. Algunos, incluso la encuentran en su simple día a día.

Paterson es una película que gira en torno al protagonista y cuyos demás personajes son un ingrediente más en la cotidiana y sencilla vida de Paterson.
La creación poética de Paterson muestra un amor por lo sencillo, por lo cotidiano, el gusto por lo real, lo minimalista, lo palpable y el interés y la reflexión que se puede encontrar detrás de algo tan básico como una caja de cerillas

Los días de la semana en los que transcurre la película pueden ser vistos como repetitivos, pero para Paterson y su poesía, la belleza y su inspiración se encuentran en esa normalidad y en esos pequeños detalles, que hacen que para Paterson sean días diferentes. Esa relevancia de los detalles cotidianos, es el móvil con el que Jim Jarmusch nos intenta ilustrar. Podríamos definir a Paterson como un poeta que tiene una falta de entendimiento con la sociedad actual y tiene un gusto por lo añejo. A Paterson le gusta lo sencillo, lo clásico y muestra rechazo a aquello que se aleje de su zona de confort. Sin embargo, eso contrasta con su deseo de complacer a la gente de su entorno.