Cuando leí que se iba a hacer una nueva película sobre “Mary Poppins” me eché las manos a la cabeza. Pensé otra genialidad y maravillosa obra que van a destripar y deshonrar.
He visto “El Regreso de Mary Poppins” y pienso que lo mejor que han podido hacer es una película distinta al original pero guardando su esencia, esa magia que rebosaba esa especial institutriz que era capaz de volar con su paraguas y encantar a los niños con sus canciones.
Así que pasado el miedo inicial he decidido darle una oportunidad a ésta Mary Poppins que nos ha ofrecido Rob Marshall y en la que ha envuelto a Emily Blunt con su distinguido vestido, su paraguas mágico y su voz delicada para cantar nuevas canciones que hiciera disfrutar a los niños y a los que no somos tan niños.
Mary Poppins (Emily Blunt) regresa para ayudar a la nueva generación de la familia Banks que tienen un problema fiscal con el pago de su casa y que puede hacer que se vean en la calle.
Rob Marshall que ya demostró su maestría con el musical “Chicago” ha conseguido devolver con “El Regreso de Mary Poppins” la calidad de la edad dorada, aquella en la que se hicieron musicales diferentes y nos alegraban el corazón, como muestra de esto se filmaron maravillas como “Cantando bajo la lluvia”, “West Side Story”, “Cabaret”.
En definitiva una obra genial para quienes quieran volver a ser niños, cantar con Mary Poppins y echar alguna lagrimita recordando con nostalgia a Julie Andrews y Dick Van Dyke.