Me ha resultado muy curiosa y original sobretodo en lo visual esta película de la que hace unas semanas no sabía ni que existía. De esto que a veces te lías a buscar películas valoradas por el público en general de los últimos quince años y me salió esta así que fui a por ella pese a que Will Ferrell es un actor que amo y odio a partes iguales. Le amo por cosas como esta y Anchorman y le odio por cosas como Los otros dos y Dale duro. Marc Forster, el tipo que nos trajo Quantum of solace y Guerra mundial Z nos hace una película profunda, dramática y cómica a la vez que original aunque eso ya lo he dicho. Pocas veces he visto atravesar el tema de la omnisciencia y más de esta manera tan sutil. Aunque donde más brilla es en su primer acto donde la sorpresa y la tensión están presentes, Will Ferrell logra una interpretación de calidad al igual que una sexy Maggie Gyllenhaal que por primera vez me logra entusiasmar físicamente ya que no es muy agraciada que digamos pero al parecer en esta ha sido bien caracterizada. La historia trata bien al personaje principal que nos muestra el tema del destino, el carpe diem y el miedo a morir a la vez. Quizás la falta de riesgo en la historia en el tercer acto la debilita ya que aparte del factor sorpresa que no lo hay al final no llega a emocionar como quizás podría haberlo hecho así que si algo achaco a la cinta es el tono que tiene que no sabe manejarse entre lo emotivo y lo cómico aunque Ferrell está más dramático que de costumbre y eso lo agradezco. Buena película y sobretodo fresca para los que quieren algo nuevo en este tiempo de refritos.