Llevaba un tiempo queriendo ver esta película y me esperaba menos al ver a Ben Stiller y el resto del reparto vestidos en plan Brüno de Sacha Baron Cohen. No tenía las expectativas muy altas a pesar de que la quería ver. La cinta posee un reparto potente al igual que el reparto potente que utilizó Stiller en Tropic Thunder. La película cumple con su cometido, entretener durante sus 79 minutos de duración y hacer reír en algunos momentos. Quizás no sea una gran película ni de las mejores de Stiller pero tiene golpes muy buenos, cameos sencillamente sensacionales como el de David Bowie o David Duchnovsky y con escenas memorables como el duelo entre Stiller y Owen Wilson. Es una película innovadora en su género pero verdaderamente una frikada, chorrada, cursilada o lo que se le pueda catalogar a esta película que es totalmente surrealista como el momento de la gasolinera y los 3 amiguetes gays de Stiller. Tiene dialogos estúpidos y absurdos y escenas que dan vergüenza ajena pero entretiene bastante, ver esta faceta de Stiller me ha asombrado y la selección musical de la cinta al igual que las coreografías son para recordar. Tiene un guión bueno pero desaprovechado y un poco mal llevado porque podría haber sido la revolución de las comedias pero no ha llegado y se ha quedado en un mero entretenimiento para toda la familia. En fín, entretenimiento palomitero de comedia que supera a muchas comedias estúpidas como Año Uno o ese montón de basuras pero que tampoco deslumbra en su género aunque yo espero su supuesta secuela.