Que decir del carisma de los dos actores principales especialmente por parte de Diego Peretti que es el que lleva la batuta de la cinta. Quizás el guión no tome riesgos como toman otras buddy movies pero el espectáculo y entretenimiento están garantizados. De hecho hay momentos que rompe con los tópicos y hace reír de manera realmente desternillante. Tal química entre los protagonistas con un toque desenfadado se entremezcla con el tono serio, ritchieniano y oscuro de la mafia en el último acto que el interés no decae en ningún momento. Muy descabellada, inverosímil por momentos a la par que entretenida y bizarra por momentos. La música también es memorable y encaja con la historia. No se hace larga y la duración es correcta. Quizás esa falta de originalidad del género que la haga un referente como otras no lo tiene y por ello no la valoro con más puntuación pero hay un digno reconocimiento y entretenimiento a recordar gracias a las risas que provoca el papel de Peretti. Szifrón escribe y dirige con inteligencia y solvencia una historia bien contada, entretenida, llamativa y divertida en varios compases de la cinta. No es una maravilla como Relatos salvajes pero su toque se hacía notar. Buena.