Al parecer Clint Eastwood había finalizado la estupenda saga de Harry Callahan y no se quería separar tanto del género policiaco y seguir adoptando la fórmula que le salió bien a Richard Donner con Arma letal y contrató a Charlie Sheen, dos polis diferentes pero ambos carismáticos en una interesante buddy movie con buenos toques de humor y acción pero la jugada no le salió tan bien al fracasar en taquilla y más viendo como finaliza, prevista para más secuelas, es decir, que aquí vimos a un Clint en horas bajas más comercial que nunca buscando el dinero más que el prestigio que se había ganado pero posteriormente consiguió aún más con obras maestras como Sin perdón y Un mundo perfecto.
Charlie Sheen está más que correcto y aunque mantienen buena química él y Clint, nunca llega a ser una trama coherente y mucho menos original, un refrito de lo visto en varias buddy movies y por supuesto de la saga de Harry. Hay escenas para recordar como la ida de olla de Sheen en el bar que es la que realmente despega el vuelo de la cinta y por supuesto un clímax más que apetecible y disfrutable. No es una maravilla ni toma riesgos como debería hacerlo y han hecho otras cintas de la saga de Harry pero si logra ser un interesante film policíaco que entretiene en todo momento y no tiene otro propósito, quizás sea ese el problema, que entre las incoherencias como la escena del secuestro con los policías delante y cosas por el estilo dejan a El principiante como una cinta que intenta ser pero se queda en algo más básico. De lo peor de Clint y aún así se disfruta a base de bien.