¿Recordáis aquel año 1998 en la que aparecieron en las cartelera dos películas de catastrofes, con meteoritos de por medio, como fueron Deep Impact de Mimi Leder y Armageddon del gran MIchael Bay? Pues bien, el film Greenland: El último refugio (2020) bebe un poco de la primera. No es que el argumento sea el mismo, pero me la ha recordado de alguna manera. El guión escrito por Chris Sparling no es que sea muy original, situaciones mil veces vistas en el género de catástrofes, que te llegan a poner de los nervios y otras que no hacen más que la función de querer alargar el metraje lo más posible. Casi dos horas de duración que no están nada mal, pero ciertamente, podría haberse acortado algo más.
El reparto está capitaneado por Gerard Butler y éste además ejerce las funciones de uno de los productores de este largometraje. Butler repite junto al director Ric Roman Waugh tras la excelente Objetivo: Washington D.C (Angel Has Fallen, 2019), pero el resultado final, con la que ahora nos ocupa, no es el mismo que aquella. Junto a él le acompañan, entre otros, Morena Baccarin (vista en la serie Gotham) y el veterano actor Scott Glenn.
Como he dicho antes, es como un Deep Impact 2.0, llevado por una productora mucho más pequeña llamada STX Entertainment, pero con algo menos de presupuesto. Eso sí, los efectos visuales me han parecido muy impactantes y lucen muy bien en pantalla, de esto no hay ninguna duda. Para quién sea un fan del género ya puede ir de cabeza a verla, a poder ser en una buena sala de cine. Contiene bastante acción, emoción y drama. Mi nota final es de 8/10.