Me esperaba más de una película protagonizada por Tom Hanks y Philip Seymour Hoffman, pero lo único que me he encontrado es una historia (parece ser que basada en hechos reales) totalmene absurda que sólo gira en torno a la política USA y su poder ante las demás naciones. Volvemos otra vez al enfrentamiento USA-Rusia que tantas películas ha dado... pero ya ha pasado un tiempo, y el tema ya resulta algo caduco y cansino.
Las actuaciones han estado correctas, bastante bien, y ver a Philip S. Hoffman en ese papel tan "cafre" ha estado muy divertido e interesante.
Lo que tampoco puede perdonarse a esta película es la excesiva frivolidad con que se trata. No creo yo que en la realidad hubiera sido tanto como lo pintan. Ahora, todo ésto queda callado cuando Charlie Wilson visita los campos de refugiados, una escena sin duda dura y a la vez emotiva.
Por cierto, en más de una ocasión me perdí en las rápidas y "super elocuentes" conversaciones sobre política, religión y demás temas embarrosos que rozan la pedantería más insoportable jamás vista.
Una decepción, pero no del todo mala.