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Voto de EuTheRocker:
6
Thriller. Drama Jim Bennett es un profesor de literatura de la universidad con un grave problema: le gusta demasiado apostar. Debido a su ludopatía, el profesor ahora tiene muchas deudas que saldar, deudas que le conducen hacia una nuevas amistades para nada recomendables. Bennet no sabe cómo pagar el dinero que debe y ya no tiene a quién acudir, por lo que se encamina a los bajos fondos de la ciudad en busca de una salida, pero allí no encontrará más ... [+]
3 de enero de 2015
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los ciclos se repiten. Encerrado en una especie de noria, vivimos inmersos en una corriente que nos arrastra y nos lleva una y otra vez al mismo punto de partida. Víctimas de nuestros propios vicios y virtudes, nos creemos dueños de nuestro propio destino, y muchas veces, no hacemos más que dejarnos llevar por el azar. La vida, amigos, hay que trabajársela día a día, para no caer en el saco de los sueños rotos. Porque esa dejadez, y esa falta de alma, son las que nos llevan una y otra vez a esas sucesivas situaciones que en los medios llaman crisis, y que no es más que una pérdida de valores en el infinito océano del comportamiento humano. Por eso, no resulta extraño que este remake de la película de los años 70, suene tan actual como en aquellos años en los que Burt Lancaster interpretó al profesor al que ahora da vida Mark Whalberg.

Porque "El jugador", es una película que habla de la falta de ambiciones. De las ansias suicidas de un tipo que, una vez ha comprendido que su aburguesamiento le ha llevado a la pérdida de sus metas y sueños, decide tirar todo por la borda y vivir del estúpido riesgo de la ruleta rusa cotidiana. Un individuo que, fruto de sus propias carencias, ha generado en sí mismo una ausencia de empatía por el entorno, perdiendo en el camino el amor propio. Un fantasma de sí mismo. Un hijo de la crisis.

Ese personaje, es interpretado de manera solvente por un Mark Whalberg que juega con la ventaja de la empatía que produce en un amplio sector del público, gracias a su condición de superestrella y que se ve arropado por una galería de secundarios que van del siempre genial y grande John Goodman, a la poco convincente Brie Larson. Todos ellos, son los rostros con los que Rupert Wyatt nos propone un thriller dramático que bebe del estilo del original, transportándonos a una estética que recuerda a los años 70 en el uso de la iluminación y el tratamiento de la imagen. Con un correcto trabajo de dirección, sin embargo, Rupert Wyatt no consigue noquear con esta cinta donde el cinismo transpira a raudales en las líneas de un guión que enlaza momentos de gran lucidez, con otros de falta pretenciosidad que sumen al relato en un letargo que hace languidecer en algunas fases al film. Además, la cinta, se mueve por un terreno pantanoso, en el que no sabe de que lado posicionarse, disfrazándose en algunos compases de inteligente thriller que respira a través de los cara a cara de sus personajes, y en otros, se sumerge en las farragosas aguas de una fábula moralista que pretende subsanar los daños que el cinismo de su los dardos de su protagonista ha infligido en la audiencia.

Un doble juego que, lejos de funcionar, sitúa a la película en un punto muerto donde entretiene, y hace reflexionar, pero no llega a deslumbrar, en parte por la preocupación por el acabado de la obra que parece trascender de las imágenes de Wyatt. Pese a todo, un título interesante que visionar, como buena muestra de los abismos del ser humano y sus delirios de grandeza tras el choque con la realidad de nuestro adoctrinamiento emocional por parte de los cánones sociales.
EuTheRocker
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