Que bien está haciendo las cosas Marvel, especialmente en su binomio con el gigante Disney. Asumido el desafío de crear una gigantesca franquicia en la que las sagas se entremezclen unas con otras, parece que “la casa de las ideas” ha sabido exprimir al máximo el rendimiento en taquilla de un género que en la actualidad, consigue llenar las salas de cine de todo el mundo. Sumidos en pleno apogeo del cine de superhéroes, Marvel Studios ha consolidado su estilo y el planteamiento de sus propuestas a partir de una primera fase de películas en las que tanteo el terreno del gran público, sentando las bases de unos personajes cuyo objetivo mayor, era esa reunión colosal que supuso “Los Vengadores”. En esa película, Joss Whedon marcó un camino que de momento han sabido seguir el resto de películas que han ido saliendo de los estudios, al mismo tiempo que cada nuevo título, aportaba su pequeño grano de arena en la ardua tarea de seguir haciendo crecer al gigante en que se ha convertido el Universo Marvel en la gran pantalla. Sin ir más lejos, este mismo año, “Capitán América 2: El soldado de invierno” arrasó las taquillas con una cinta que ofrecía las mismas dosis de entretenimiento que sus predecesoras, buscando un punto de madurez que no la convirtiera en un producto más dentro de ese cosmos en el que se busca el mayor beneficio con el menor desgaste posible de una fórmula que, si en algún momento se dejara de mimar, acabaría con la gallina de los huevos de oro.

Sin embargo, ese anquilosamiento, parece lejos de alcanzarse. Y para muestra, Marvel Studios nos proponen este verano un viaje irrepetible a los confines de l universo con “Guardianes de la galaxia”. Y creedme cuando os digo que estamos ante la película del verano en lo que a blockbusters se refiere. Porque todo en esta cinta está orientado para el disfrute y la diversión de una manera tan sana como gamberra. James Gunn, el encargado de dirigir esta nueva película, se sumerge en un grupo de personajes, alejado de los superhéroes y su entorno habitual, acercándose más a las “space-operas” más tradicionales. Este viaje por el cosmos interestelar se plantea, con más intención que involuntariedad, como un recorrido nostálgico por el universo cinematográfico de la ciencia ficción más entretenida. Con retazos de la saga galáctica más emblemática de todos los tiempos, y más de un aroma a superproducciones amadas por generaciones que vieron el esplendor de este subgénero en los 80, “Guardianes de la galaxia” es un delirio pulp donde todo lo que rodea a estos cinco antihéroes canallas tiende un puente a un tiempo pasado donde el cine era más un sueño con el que disfrutar, que un negocio con el que lucrarse.

Porque aunque abunden los efectos digitales y las escenas de acción, la película de Gunn no se olvida de sacar a la luz, durante todo su metraje, el alma que realmente encierra esta cinta. Ese alma picaresca que roba sonrisas, que entretiene y asombra con su despliegue de luces y sonido, y que se disfruta por la pasión con que ha sido rodada. Porque el cariño que hay tras este trabajo, se hace patente en cada fotograma, y se incrementa en el trabajo de un reparto que sabe de qué va el asunto, y se pone a desbordar empatía y profesionalidad desde el primer instante. Porque más importante que la trama, son los personajes de esta película. Cada uno con su mundo interior definido; sus inquietudes y voluntades marcadas; y con sus personalidades perfectamente delimitadas. De esa manera, resulta difícil resistirse al encanto de Starlord, Gamora, Drax, Groot y Rocket; personajes que a partir de ahora se acercan a la categoría de iconos, gracias a un guión que ha sabido mimarles y que les va a congraciar con el público.

Toda esa magia, se complementa además con un elemento que, en muchas ocasiones, suele descuidarse en las grandes producciones, y que no es otro que la música. Ovación en pie para la selección de canciones y su habilidad a la hora de montarlas con las imágenes de esta genial película, consiguiendo crear escenas que la memoria no olvida tan fácilmente. Estamos ante una selección musical que, pese a estar compuesta por canciones conocidas por todos, e incluso asociadas a otras películas, consigue en “Guardianes de la galaxia” forjarse su pequeña parcela en el recuerdo cinéfilo.

Todo es disfrute cuando te ayudan a liberarte de tus complejos. Todo es diversión cuando uno sabe que no debe tomarse en serio. Todo es bueno cuando la profesionalidad se junta con un más que gran sentido del entretenimiento. Señores, déjense embaucar por esta cuadrilla de bandoleros venidos a más, porque ellos son amos y señores de una cartelera en la que nadie, por mucho que quiera, les puede robar el título de Guardianes de la Diversión.