Hay una mujer madura de otra época (que se reproduce en la actualidad en ambientes religiosos fundamentalistas), que enterró el romanticismo y la sensualidad en el agujero de una sexualidad plana, de penetración masculina, y en una maternidad cargada de tópicos.
Esta película desnuda a esa mujer en las conversaciones y encuentros sexuales con un gigoló idealizado, que más parece un terapeuta, pero que a pesar de todo se hace humano. La excelente interpretación de los dos protagonistas, la química entre ellos, unas brillantes conversaciones producto de un inteligente guión, hacen la película muy entretenida, interesante y amable.
Especial mención al desnudo de Emma Thompson, que muestra el cuerpo de una mujer madura real con los estragos propios de la edad, pero que no limitan el atractivo sexual de una mujer atractiva. Seguro que le hace un favor a muchas mujeres maduras acomplejadas, en este mundo retocado de Instagram y Photoshop.