Nada que objetar a nivel técnico: producción, fotografía, efectos, sonido... durante dos horas contemplas una sucesión de barbaridades; lo más cruel y ruin de lo que el ser humano es capaz, y sin embargo no me conmovió ¿por qué? los personajes no reflejan sentimientos, emociones más allá de lo puramente gestual; no los odias, temes, compadeces… no conecté con sus vidas en ningún momento y es porque en el guión/dirección, las relaciones, las diferentes historias entre los personajes no se desarrollan y no empatizas con ellos, un ejemplo: el sargento Konokagua dice estar enamorado, pero será porque lo dice el guión… no hay un ápice de ternura en su historia, otro; el Sr. Rave embajador nazi, y su secretario Tang, un abismo entre ellos, no vislumbro la complicidad entre dos personas que se suponen que llevan tratándose 10 años… y que sin embargo la película quiere dar a entender que existe… Y así me pasa con esta historia: hay razón pero no emoción.

¡Ah, y una cosa más! … empiezo a estar un poco cansado del uso/abuso del blanco y negro en este tipo de películas; un recurso tramposo para añadir dramatismo. A mi entender sólo se salva, obviamente del cine que podía elegir color/byn, La Lista de Schindler.