Boogie Nights es un relato sobre la historia del género pornográfico que nos lleva desde el auge de las películas de finales de los 70 en su núcleo de Los Angeles, concretamente en San Fernando Valley, después de su legalización y de hitos como Garganta Profunda o Detrás de la puerta verde que son de 1972, hasta su primera crisis que es la entrada del vídeo en los años 80 relegando a un segundo plano a las películas filmadas para el cine. Debido a esta crisis crecen las escenas gonzo donde lo importante es el acto sexual en detrimento de las escenas con argumento o historia, ahorrando gastos también en los aspectos técnicos.

Jack Horner (Burt Reynolds) es un director de cine X ilusionado por hacer crecer el género y realizar películas cada vez mejores colabora para ello con un chico joven, un portento del sexo que se hace llamar Dirk Diggler (Mark Wahlberg). Dirk Diggler es una biografía encubierta del Rey del cine porno John Holmes. Al igual que Holmes, Dirk experimentará un acceso a la cumbre, una ganancia de fama, dineros, premios y un sitio estelar en la recién formada industria del porno. Su reverso lo sufrirá en la década de los 80, donde las repetidas fiestas con drogas (sobre todo la cocaína), su ego crecido, su deterioro físico, los trapicheos en los que se mete y los avatares de la industria le llevan a una caída en picado.

Además de estos dos protagonistas, en Boogie Nights, tienen cabida muchos personajes de mucha entidad. Es una película coral que no renuncia a ningún personaje y se preocupa por darles minutos y escenas que los desarrollan emocionalmente. P.T. Anderson aprende del maestro Altman para narrar las vicisitudes de un determinado gremio (cine, moda, televisión, mafia ...) a través de múltiples personajes que se relacionan entre sí, ayudado técnicamente por planos secuencia coreografiados que nos muestran unas relaciones veraces en pocos minutos aparte de darle un dinamismo y ritmo a la película como si estuviéramos patinando por las imágenes como Rollergirl (Heather Graham). En montaje alterno se relacionan las escenas que nos transmiten los mismos sentimientos como es la unión de las palizas simultáneas en diferentes lugares a Dirk y al chico universitario que falta al respeto a Rollergirl.

Narrativamente la película está dividida en dos siendo el punto de inflexión la fiesta de fin de año para celebrar el año 1980. Little Bill (William H. Macy) tendrá un papel de catalizador anunciando el cambio de tono y de rumbo que presenciaran nuestros personajes a lo largo de la nueva década.

Temáticamente salen a colación muchos de los asuntos más oscuros del porno de los inicios. Como la grabación con chicas que aún no tenían la mayoría de edad (escándalo que saltó a la luz con la estrella Traci Lords), el debate de la violencia en la ficción sexual, el estigma social de todos los trabajadores de la industria pornográfica. Para todo ello cuenta con un asesor de lujo, Ron Jeremy que vivió ese periodo por él mismo, al igual que cuenta con otra estrella X de los años 80 y posteriores, Nina Hartley en el rol de la mujer de Little Bill. Tanto Ron Jeremy como Nina Hartley son dos de los divulgadores más famosos del cine para adultos que hablan en cualquier medio para instaurar la normalidad de ese oficio.

Una anécdota curiosa es la aparición en la película de Robert Downey Sr. en el papel del jefe de los estudios de música donde graban Dirk y Reed (John C. Reilly), aparece acreditado añadiéndole (a prince) igual que en la película underground de Downey Sr. “Putney Swope”. Otro homenaje en la misma línea es el nombre del personaje de Don Cheadle (Buck Swope).

Por último y no por ello menos importante, la música boogie que da nombre al título del film nos acompañará a lo largo de toda la película ayudando en la montaña rusa de emociones desplegadas. Catálogo elegido entre la música popular del periodo abarcado (KC & the Sunshine band o Boney M), que coincide con el auge del Boogie como última etapa de la música disco con mayor experimentación en diversos efectos de sonido que más tarde en los 80 se traducirá en el auge de la música electrónica.