Esta serie me genera sentimientos encontrados. Si bien me llamo muchísimo la atención la trama, la idea y la ambientación, al finalizar la tercer (y última) temporada, la serie en su totalidad no llegó a cerrarme por ningún lado.

A lo largo de los capítulos se van destramando los secretos de la familia Raybum, que regentan un hotel en la Florida. Cuando el hermano más conflictivo de la familia vuelve al hotel donde paso su infancia para celebrar el aniversario de sus padres, una serie de conflictos comienzan a suscitarse, y salen a la luz (no solo los secretos ocultos de la familia) sino también las oscuridades más profundas de cada integrante ¿El punto central de la trama? Hasta dónde cada uno puede llegar para proteger lo logrado hasta el momento. La frase que representa a la serie y define los capítulos y las temporadas que ofrece es la siguiente: “we are not bad people, but we did a bad thing”.

Ritmo pausado, atmósfera asfixiante, personajes tibios con actitudes exasperantes se acentúan a medida que los capítulos avanzan. La primer temporada te deja enganchado, la segunda no te termina de convencer, y en la tercera no ves la hora de que se termine y puedas comenzar con una nueva serie. Si bien la critica de la serie en general es buena, y suele ser recomendada, obteniendo así el visto bueno de muchos espectadores, en lo personal, me aburrió en muchos momentos y no me termino de convencer.

Quizás si no tenes otra serie para ver…