Ricky Gervais, tras la espectacular "The Office", sigue en su línea de interpretar a personajes fracasados (que se le da divinamente, oiga). Gervais quiere convertirse en el icono del "looser" y va camino de conseguirlo.

La serie no tiene, de momento, un gran argumento. Se limita a recoger flashes patéticos en la vida de este frustrado actor, que a menudo giran en torno a alguna estrella famosa. Las situaciones que plantea son cómicas pero de una forma triste e incluso siniestra. De hecho, "Extras" se acerca más al drama que a la comedia.

Parece que esta nueva creación promete, pero en mi opinión no acaba de despegar. Está ahí la semilla de una gran idea pero no termina de florecer. Tiempo al tiempo, aquí en España sólo podemos ver seis capítulos de momento.

Confiemos en Ricky, es un genio.