Segunda entrega de ''Las crónicas de Narnia''. Pocos años después del estreno de la primera parte nos llega la segunda. En esta ocasión cambian gran cantidad de cosas respecto a su predecesora, pero cambian a peor.
Si por algo se caracterizaba el mundo de Narnia era por la abundante cantidad de animales extraños que hablaban. Bien, pues aquí, de la noche a la mañana y sin explicarnos apenas el motivo, todo eso desaparece.
Estamos hablando de una adaptación de una novela, pero ya que se ponen a adaptarla que nos cuenten un poco a que se debe tanto cambio. En la primera parte no se veía ningún ser humano (excepto los niños), pero en esta segunda hay millares de ellos. ¿De dónde han salido? ¿Cómo entraron en Narnia? Todas estas preguntas se quedan en el aire a pesar de tratarse de cuestiones que muchos se formularán. Aún así nunca reciben respuesta.
A niveles generales es muchísimo peor que la primera. No tiene ese ''toque mágico'' y parece que con su estreno únicamente estaban pensando en la taquilla y en la recaudación que harían. Cuando se lanza una buena cinta y con las secuelas se pierde el norte... el resultado es un desastre.
Y por último los efectos especiales. Este punto sí, es impresionante. Si ''Las crónicas de Narnia: El príncipe Caspian'' tiene algo bueno es esto. Hay que reconocer que se han currado mucho tanto efectos digitales como sonoros. La banda sonora es algo superior a la primera parte, pero sin duda lo digital se lleva la palma.
Únicamente destinada a fans de la saga o para el público menor de 11 años aproximadamente. Para los que pasen este umbral simplemente será pasable y, exceptuando un poco al final, bastante pesada.

Lo mejor: Los efectos especiales.
Lo peor: Es muy inferior a la primera parte, no nos cuentan datos relevantes en la película, fue lanzada únicamente con fines financieros y es muy infantil.

* Pasable a secas *