Si, China está en crisis pero no es una crisis institucional o política ni nada parecido, es una crisis evolutiva. Un toque de violencia refleja magnificamente bien las dos caras del actual gigante chino mediante la mano de su director Jian Zhang Ke. El mensaje que se transmite es claro y conciso: China es un país de contrastes, le falta finalizar su evolución.

Una de las caras que se muestra es el poder económico conseguido por el país a base de la localización de las grandes industrias occidentales, de la inversión directa fuera de China y de la exportación consiguiendo así situarse en la posición de privilegio junto a Estados Unidos.

La otra cara, muestra un país donde no se ha evolucionado en absoluto, todo sigue como hace muchos años atrás. Sigue habiendo mafias de un lado y otro del país que extorsionan, las desigualdades sociales de acrecientan día a día, la corrupción es generalizada y además hay bajos sueldos y las jornadas de trabajo son asfixiantes y lo peor de todo es que la gran riqueza que existe se concentra en muy pocas manos y todo esto convive con vive con las tradiciones más ancestrales.