Una película hecha para entretener. No tiene un sólo punto bajo, un parón. El excesivo abuso del guión, si bien podría haber repercutido en su contra, logra sacarla del atolladero gracias a la magnífica interpretación de los actores, en concreto de Federico Luppi.

Al final, creo que la película quedó justa, en su punto. Tenía la sensación que como siguieran retorciendo, complicando y volviendo a machacar todos los argumentos que iban desechando para capturar al ladrón y dar el gran golpe, acabaría aburriendo. Sin embargo la buena mesura de M. Bardem supo dejarla justo donde le corresponde, cerrarla como sólo un grande sabe hacer.

Recomendable para días de tarde.