Para aquellos que no han leído los prodigiosos libros de Tolkien, les parecerá una prodigiosa película, un logro, la fotografía, los efectos, perfectos absolutamente, como la gradación de la luz, el envolvente desarrollo (el prólogo hará votar del asiento a cualqiera aunque la vea por enésima vez) pero sobretodo les encantará su épica envolvente, su claro ritmo impecable que hace que la primera hora de tensión antes del estallido de la batalla y aventura sea más emocionante que una montaña rusa para un troglodita, la emotividad entre los dos protagonistas, el sentimiento de lejanía, de culpa, de añoranza del hogar, y el valor de la amistad son las razones por las que este colosal film épico pase a la historia como la OBRA MAESTRA DE TODOS LOS TIEMPOS, a parte de sus cuidados decorados y sus envolventes lugares, los diálogos que quieren decir 6 o 7 cosas al mismo tiempo, el titánico detalle puesto en cada momento lo harán inolvidable.