Café Society comienza y se muestra como una deslumbrante producción clásica de cine... se intuye refrescante e inteligente...

Pero conforme pasan los minutos se muestra como lo que es: otra película de Woody Allen pensada para hacer caja y darles a los fans del director otra excusa más para practicar su onanismo.

En el fondo, y como ya viene siendo tristemente habitual en los últimos metrajes de Allen, es una película que estaría condenada al más frío ostracismo si viniera firmada por algún otro director.

La fotografía, dirección y elenco están a la altura, pero el guión aburre. Es mala, manida, banal e inacabada y con un guión pobre que se insinúa más profundo de lo que en realidad es. Totalmente superflua.