Al cabo de los años he tenido ocasión de confirmar la decepción que me supuso en su día esta película, cuando esperaba de Clint Eastwood algo a la altura de Sin Perdón.
Se dejar ver, y algunas escenas están muy bien llevadas. Pero otras se hacen interminables, no avanzan y se repiten hasta dar ganas de decirle al guionista que ya vale, que nos hemos enterado y queremos saber qué va a pasar luego. Como, sin ir más lejos, el final. ¿Cuántas veces se despide Kevin Costner del niño, por Dios? Recuerda a las malas películas de terror en que el monstruo resucita cuatro veces. O la del sofá...
Otro problema es que los personajes no acaban de estar bien perfilados. Bueno, los perseguidores no están perfilados en absoluto.
Costner da bien el tipo de delincuente duro e inteligente, con infancia difícil y deseoso de establecer con el niño una realción paternofilial que ninguno de ellos ha disfrutado. Pero es que hace cosas muy raras: la escena que empieza con intento de violación y acaba con el secuestro, la ya citada del sofá ("dile que lo quieres, pero así no, sintiéndolo" mientras encañona a toda la familia), la pistola siempre apuntando a alguien... Para resultar creíble, tendría que componer un personaje más desequilibrado, menos frío y seguro, más inquietante.
Y luego está Laura Dern. Ya su personaje de criminóloga sobraba, puesto que no dice más que obviedades, pero encima la pose chulesca con la que hace bulto en todas las escenas, y la boca de comedora de chicle llegan a resultar molestas.
El final, aunque previsible, podría haber resultado emotivo. Sin embargo, lo alargado de la escena y las interpretaciones absurdas que hacen los policías incompetentes de todo lo que ven lo convierten en forzado y poco creíble.
Mucha gente aquí califica esta película de sobresaliente, y se queja de que está infravalorada. Yo opino que en general el tiempo la ha puesto en su sitio, y es precisamente en este portal donde se la valora de más.