La historia gira enigmáticamente en el rescate que un vaquero solitario y arriesgado, emprende de una mujer secuestrada por una tribu Comanche, contra la entrega de mercancía de valor. Lo que parece un hecho de notoriedad, pasa repentinamente a ser un hecho de supuesto interés mercantil y más tarde, a un hecho muchísimo mas profundo del que en un principio se suponía.
Es que Dolby (interpretado acabadamente por Randolph Scott), no busca una mujer para saciar sus supuestos apetitos sexuales. Tampoco busca recompensa económica (que la hay efectivamente). Busca REENCONTRARSE con su amante DESAPARECIDA hace 10 años ya de manos de los comanches.
La busqueda desesperada, constante, perseverante y apasionada de Scott no amaina, ni aún cuando corra peligro su propia vida y la de la mujer, en manos de una banda de forajidos impresentables.
A costa de todo, pero fundamentalmente en procura de cumplir con un código de honor y de principios que tiene establecido desde un principio, Scott hará lo imposible para llevarla en manos de su esposo, aquel supuesto cobarde que nunca fuera a buscar a su amante desaparecida.
La película sorprende en cada uno de sus planos. Emociona y transmite la adrenalina necesaria hasta componer uno de los mas brillantes westerns jamas realizados. Particularmente, la historia de la búsqueda de su mujer desaparecida y secuestrada, no puede más que tocar hondamente mis sentimientos como el de cualquier argentino que haya visto tocada de cerca la historia de las desapariciones. Obra maestra total de tan solo 70 minutos.