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Voto de tantra:
6
22 de mayo de 2009
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Venecia es llegar a Santa Lucía de noche y chocar de lleno con la niebla fantasmagórica que cubre como algodón sus canales
Venecia es despertarse en la Guidecca con las brumas matinales y la vista de los pájaros posándose en los muelles de atraque
Venecia es recorrer sus intrincadas callejuelas vacías y preguntar a su gente por una dirección para obtener siempre la misma respuesta: Tutto diritto!
Venecia es extasiarse ante la iglesia de Niccola da Tolentino, cruzar el puente de Rialto para visitar el reloj de San Giacomo a Rialto, oler el mar al atardecer visitando la isla de San Giorgio
Venecia es una ciudad que no es real y que permite soñar despierto en ella mientras se recorre. Es una ciudad que deja una huella profunda y a la que siempre se vuelve.
La película de Visconti obra el milagro de captar esa magia por unos instantes en ese primer paseo que Livia y Franz dan por sus calles. Una historia de amor delicada en tiempos de guerra. Estéticamente bellísima, aunque narrativamente convencional. Con una Alida Valli majestuosa. Y un horrible Farley Granger, como es habitual. Pero ambos quedan eclipsados por la belleza de la joya del Veneto. Por el Teatro del Lido. Por un lugar al que hay que ir, al menos una vez en la vida.
Venecia es despertarse en la Guidecca con las brumas matinales y la vista de los pájaros posándose en los muelles de atraque
Venecia es recorrer sus intrincadas callejuelas vacías y preguntar a su gente por una dirección para obtener siempre la misma respuesta: Tutto diritto!
Venecia es extasiarse ante la iglesia de Niccola da Tolentino, cruzar el puente de Rialto para visitar el reloj de San Giacomo a Rialto, oler el mar al atardecer visitando la isla de San Giorgio
Venecia es una ciudad que no es real y que permite soñar despierto en ella mientras se recorre. Es una ciudad que deja una huella profunda y a la que siempre se vuelve.
La película de Visconti obra el milagro de captar esa magia por unos instantes en ese primer paseo que Livia y Franz dan por sus calles. Una historia de amor delicada en tiempos de guerra. Estéticamente bellísima, aunque narrativamente convencional. Con una Alida Valli majestuosa. Y un horrible Farley Granger, como es habitual. Pero ambos quedan eclipsados por la belleza de la joya del Veneto. Por el Teatro del Lido. Por un lugar al que hay que ir, al menos una vez en la vida.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Venezia, un sasso
quattro salti al mare, poi
sprofondi nel mistero
eri entrata dalla mia finestra
come un'alba, dal fumo della notte
in un giorno passeggero
tu, io e l’odore del silenzio che galleggia
una carezza per un viaggio
da passare al cuore
oggi che ti guardo
carta consumata, vera
nella lacrima d’inchiostro
ricordo il tuo profumo
luce nella nebbia, quando
ancora ti respiravo vento.
quattro salti al mare, poi
sprofondi nel mistero
eri entrata dalla mia finestra
come un'alba, dal fumo della notte
in un giorno passeggero
tu, io e l’odore del silenzio che galleggia
una carezza per un viaggio
da passare al cuore
oggi che ti guardo
carta consumata, vera
nella lacrima d’inchiostro
ricordo il tuo profumo
luce nella nebbia, quando
ancora ti respiravo vento.