Media votos
6,8
Votos
4.264
Críticas
699
Listas
42
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Jackie Daytona:
10
8,2
14.615
Cine negro. Drama
Nueva York, año 1934. Christopher Cross es un simple cajero, infelizmente casado, cuya única pasión es la pintura. Una noche conoce a Kitty March, una atractiva buscavidas de la que se enamora y le hace creer que es un pintor de éxito. La chica y su novio Johnny, un tipo sin escrúpulos, aprovechan la ocasión para intentar explotar al pobre hombre, pues creen que sus cuadros valen mucho dinero.
(FILMAFFINITY)
(FILMAFFINITY)
24 de febrero de 2013
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
La presentación es extraordinaria, y ya nos describe fielmente al sujeto en cuestión: tímido, ingenuo, conformista, disciplinado y generoso. Se trata de una noche especial para él, y así lo declara: recuerda su juventud, los sueños que una vez albergó su corazón -sueños de convertirse en artista, de que una mujer hermosa le quisiera-..., con la mente distraída deambula por las calles bajo una copiosa lluvia evocando sus antiguas ilusiones e ideales.
No se nos dice pero presentimos la fatalidad acechando tras las sombras; como en un sueño nos vemos introducidos en una historia de degradación, pasión, odio y asesinato.
Junto a la fatalidad, el amor como fuerza destructiva que todo lo corrompe, instrumento supresor de voluntades, droga adictiva y mortífera. No hay mujeres fatales, ni malos en el sentido clásico del término, sólo personajes atrapados por sus sentimientos.
Toneladas de humillación, mentiras y obsesiones. Locura.
Porque "pintar un cuadro es como enamorarse".
No se nos dice pero presentimos la fatalidad acechando tras las sombras; como en un sueño nos vemos introducidos en una historia de degradación, pasión, odio y asesinato.
Junto a la fatalidad, el amor como fuerza destructiva que todo lo corrompe, instrumento supresor de voluntades, droga adictiva y mortífera. No hay mujeres fatales, ni malos en el sentido clásico del término, sólo personajes atrapados por sus sentimientos.
Toneladas de humillación, mentiras y obsesiones. Locura.
Porque "pintar un cuadro es como enamorarse".