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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de nicobicho:
8
Comedia. Romance Valeria y Pablo son una joven pareja de argentinos que vive en Nueva York. Se aman profundamente y disfrutan sus momentos juntos. Ella intenta ser actriz y él músico de rock. Los conflictos económicos parecen dinamitar la relación, cuando ella se cansa de que su trabajo de camarera sea el único sostén de ambos. Pero sólo se tienen el uno al otro en ese país que no deja de serles ajeno. (FILMAFFINITY)
29 de agosto de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Veo que soy el único al momento que calificó con un 8 a la película, y el primero en escribir algo sobre ella.

Vengo de ver la multivendida e hiperpromocionada Relatos Salvajes, y me pareció mejor Abril en Nueva York. Porque es más suave, más cálida, tiene un tema y una idea mucho más clara, no se quiere presentar como reveladora, no aspira a la grandeza, sino a un guión sólido y eficaz y una situación típica, pero muy poco retratada: la juventud que emigra a los centros del mundo en busca de experiencias. Tiene un poco de la europea "Piso compartido", que ocurre en Barcelona, pero aquí el relato no se centra en un grupo de personas, sino en una pareja; ambos con sueños artísticos, que sólo se tienen el uno al otro, en la inmensa Nueva York que apenas aparece como trasfondo.

Es una suerte que Martín Piroyansky se decida por un film intimista, sin grandes cuadros de la ciudad, porque cada vez que sale a exteriores y da un pantallazo del Central Park o de alguna callecita característica lo hace con criterio y para contar algo, no por el simple hecho de estar en Nueva York.

La relación en la pareja es cambiante y llena de contradicciones muy acertadas: Valeria (una bonita y natural Carla Quevedo) ama a Pablo (Abril Sosa, bien, pero con un estilo, a mi juicio, demasiado particular) en su libertad de artista bohemio y odia a Pablo en su locura de artista bohemio. Él es músico y ella estudia teatro, con la diferencia de que ella trabaja y paga las cuentas, y él no. El juego que se da entre ellos, los constantes gestos de intimidad y ternura seguidos de peleas, peleítas y peleones son los que dan color a una obra que siempre dice la palabra justa para pasar de una situación a otra.

Si bien el final parece un poco traído de los pelos (sin anticipar nada, podríamos verlo como uno de esos giros bruscos que aparecen únicamente en función de dar un cierre a una película), la hora y cuarto se pasa rápido y deja muchas imágenes dando vueltas en la retina. Sin dudas, un aprobado en el debut de Piroyansky como director de largometrajes, confirmando todo lo bueno que había anticipado en el corto "La amo pero".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
nicobicho
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