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Voto de TeAmargo:
4
5,5
10.371
Terror
Varios años después del trágico fallecimiento de su hija, un juguetero que crea muñecas y su mujer, acogen en su casa a una monja enfermera y a un grupo de niñas, tratando de convertir su casa en un acogedor orfanato. Sin embargo, las nuevos inquilinos se convertirán en el objetivo de Annabelle, una muñeca poseída por un ser demoníaco. Secuela de "Annabelle" (2014). (FILMAFFINITY)
21 de agosto de 2017
3 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
He conseguido ver Annabelle: Creation en versión original tras todo el hype positivo que la rodeaba en sus críticas en general y he de decir que una vez acabada la pongo al mismo nivel de su primera entrega (la cual nunca consideré la basura que muchos parecen considerarla, aunque sí coincido que distaba bastante de ser correcta o buena).
La historia sigue los tópicos y clichés de manual en términos argumentales e interpretativos ("no entres en esa habitación", personajes desobedientes, sabes que hay algo amenazador al otro lado de la puerta y aún así -mención especial a Stephanie Sigman en un personaje principal tan mal interpretado que no lo merece, queda un poco mejor como la fugaz chica Bond de "Spectre"-), así como los sustos o "jump scares" se antojan de abusivos -un problema muy común, por desgracia, del cine de terror actual pues parece que ya no se concibe un terror de verdad sin un screamer- y es realmente triste pues sólo la atmósfera de esta película es capaz de llevarte al límite en sus mejores momentos (*zona de spoliers) y aún así depende de sustos y trucos efectistas de sonido que pueden buscarse en tráilers o spots de YouTube perfectamente sin necesidad de ir al cine.
No obstante, hay mal rollo de verdad en buena parte de la cinta (¡maldita muñeca!, ella sola se roba la película), no traiciona su lógica interna en virtud de asaltar al espectador como sí pasó en Nunca apagues la luz y cómo la historia conecta con la primera es inesperadamente inteligente. Esta secuela entretiene y te saca sobresaltos facilones, pero si este universo terrorífico quiere mantener el nivel de sus memorables películas madre con los Warren de protagonistas va a tener que dedicar más tiempo a pulir sus historias antes que a buscar subidas de sonido más altos.
La historia sigue los tópicos y clichés de manual en términos argumentales e interpretativos ("no entres en esa habitación", personajes desobedientes, sabes que hay algo amenazador al otro lado de la puerta y aún así -mención especial a Stephanie Sigman en un personaje principal tan mal interpretado que no lo merece, queda un poco mejor como la fugaz chica Bond de "Spectre"-), así como los sustos o "jump scares" se antojan de abusivos -un problema muy común, por desgracia, del cine de terror actual pues parece que ya no se concibe un terror de verdad sin un screamer- y es realmente triste pues sólo la atmósfera de esta película es capaz de llevarte al límite en sus mejores momentos (*zona de spoliers) y aún así depende de sustos y trucos efectistas de sonido que pueden buscarse en tráilers o spots de YouTube perfectamente sin necesidad de ir al cine.
No obstante, hay mal rollo de verdad en buena parte de la cinta (¡maldita muñeca!, ella sola se roba la película), no traiciona su lógica interna en virtud de asaltar al espectador como sí pasó en Nunca apagues la luz y cómo la historia conecta con la primera es inesperadamente inteligente. Esta secuela entretiene y te saca sobresaltos facilones, pero si este universo terrorífico quiere mantener el nivel de sus memorables películas madre con los Warren de protagonistas va a tener que dedicar más tiempo a pulir sus historias antes que a buscar subidas de sonido más altos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La muerte del padre (Anthony LaPaglia) fuera de cámara y sin subida de volumen es escalofriante hasta decir basta, así como la escena del desfiguramiento de la madre -parcialmente avanzada en los tráilers- (una Miranda Otto que cobra el cheque haciendo un cameo glorificado) o las mismísimas escenas post créditos (una a la mitad y otra al final de los créditos) con el leve movimiento de cabeza de la muñeca o el teaser de la monja. Si la película hubiese tirado más de esos hilos en lugar de buscar los evidentes jump scares hubiese ganado puntos para mí.
Así como el detalle de la aparición especial de la muñeca real (o al menos una réplica de la misma) en su desenlace en manos de los niña poseída o la conexión adicional con el mundo de los Warren gracias a la foto de las monjas compañeras de la protagonista y el ingenioso detalle óptico de mover la instantánea provocando la aparición de la monja acechándolas.
Así como el detalle de la aparición especial de la muñeca real (o al menos una réplica de la misma) en su desenlace en manos de los niña poseída o la conexión adicional con el mundo de los Warren gracias a la foto de las monjas compañeras de la protagonista y el ingenioso detalle óptico de mover la instantánea provocando la aparición de la monja acechándolas.