Y tras otra hora de espera en la que ingerimos una ración de setas volvimos al Zorrilla para una doble sesión más, que empezó con retraso, de Punto de encuentro. El primer plato fue el corto de animación polaco III. Un hombre y una mujer desnudos se encuentran en un espacio aséptico, apenas adornados con sillas y unas pocas plantas. Ambos se interesan y fascinan por el otro, se tocan y, psicológica y corporalmente, se invaden. Diseño sonoro envolvente, y contundente entramado sonoro que nos atrapa en un escenario asfixiante de despojo visual, angustia y asalto de nuestra mismidad. Un corto también llamativo por su estilo de animación, con trazos a lápiz sobre fondos blancos y reminiscencias con la ilustración. Pero faltan sustancias y elementos como para que el cortometraje sea algo más que una curiosidad formal. Inquietante, trabajado en lo visual e incapaz de dejar indiferente, pero con poco texto como para arraigar en la conciencia.