Media votos
6,3
Votos
4.147
Críticas
880
Listas
176
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Néstor Juez:
5
4,8
960
Animación. Romance. Fantástico
Nazuna está triste porque le obligan a cambiar de escuela. La niña planea fugarse junto a su compañero Norimichi, pero su madre los pilla y la arrastra a casa. Todo podría haber acabado allí, pero el hallazgo de una misteriosa esfera luminosa abre un portal en el tiempo, haciendo posible que la historia tenga otro final... (FILMAFFINITY)
18 de octubre de 2017
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y por último, cerramos el día en el Principal, desestimando ver la Palma de Oro de Östlund para verla en Madrid con amigos, con una proyección especial fuera de concurso de la Sección Oficial: el anime Fireworks, Should We See it from the Side or the Bottom? (Uchiage Hanabi, Shita kara miru ka? Yoko kara miru ka?), remake del telefilme homónimo dirigido por Nobuyuku Takeuchi y Akiyuki Shinbo, en un intento de transformar el éxito del año pasado de Your name en una costumbre. Norimichi, Yusuke y su grupo de amigos ansían que se haga de noche para poder ir al faro del pueblo a disfrutar del espectáculo de fuegos artificiales, los cuales son incapaces de dilucidar si tienen forma plana o redondeada. Mientras tanto, la reservada Nazuna, una de las chicas más deseadas de la clase, afronta la desagradable situación de tener que mudarse, forzada por sus padres. Esa misma tarde, retará a ambos muchachos a una carrera a nado y propondrá una cita al ganador. Lo que no sabe ella es que un hermoso objeto de cristal que encontró en la playa es un dispositivo temporal, que de manera inconsciente le permitirá a ella y a su amado Norimichi revivir esa tarde una y otra vez, en cada ocasión con diferentes acciones y desenlaces inesperados.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Un nuevo relato de ruptura espacio-temporal, un romance musical cargado de elementos visuales y elementos mágicos y sobrenaturales, en un filme que bebe de otros tantos referentes del género y que navega en las mismas aguas temáticas de la obra de Shinkai. Con un tono cómico, desenfadado y coloquial, el filme traza un retrato de grupo juvenil para derivar conforme avance la trama, cada vez más enmarañada, en una historia de amor empalagosa que da vueltas sobre sí misma en esos fragmentos congelados de los que habla mi amigo Jaime García-Altozano. Con todo, la animación supone una clara decepción, muchos escalones por detrás en cuanto a trazo y sensación de movimiento, pero también más pobre en soluciones visuales pese a acuñar un puñado de ellas, como de costumbre el activo más destacado de este género. Pero si el estilo de narración y puesta en escena mantiene la elegancia característica, no lo compensa con un guión ambicioso cargado de ideas frescas, sino una simple y limitada historia de amor extendida y reforzada en un dispositivo narrativo al que el filme se debe para lograr nuestro interés, pues sus personajes poco definidos e intercambiables no lo logran por sí sólos. La cursilería alcanza niveles estomagantes, el delirio visual del tercer acto carece de una estructuración organizada, y el rompecabezas narrativo acaba cuadrando pero nunca justifica su confusión, ni tampoco sus absurdos desvaríos hacia la sexualidad reprimida. El filme dura sólo hora y media y se siente como si fueran dos, y de sus tres actos sólo el intermedio es plenamente satisfactoria. Resumiendo, un ejercicio que sienta muy bien a un festival como este pero que no llega a las cotas de sus primos cercanos.