Carlos Calvo y Adrian Suar protagonizan un policial con tintes de comedia y drama en plena década del 90.
Calvo es un policía que actúa en un desmembramiento de dicha fuerza que se especializa en drogas, y Suar, un joven que recién se une al cuerpo y quiere hacer meritos para subir en la escala jerárquica.
Sinceramente no puedo entender como la prensa y las críticas en promedio le han pegado tanto.
Quizás porque su productor haya sido el mismo joven Suar que venía dulce produciendo Poliladron, serie muy popular en Argentina, o porque Calvo no destaque virtudes actorales.
Lo cierto es que este film cuenta con una historia muy interesante y entretenida, que mantiene en vilo al espectador durante todo el metraje haciéndolo dudar en todo momento sobre la moralidad de sus personajes. Las interpretaciones de Laplace y Ranni, actores de fuste, resultan convincentes, y la banda sonora acompaña correctamente.
Las escenas de acción del subte y del puerto están al nivel de cualquier película yanqui de la época, con muchísimo menos presupuesto, claro.
Punto aparte para los efectos especiales, de lo mejor que produjo el cine de acción en Argentina.
En definitiva, una película INFRAVALORADA, acusada por sus detractores cayendo en lugares más que comunes: que suar es de cartón actuando, que duplaa no convence, que el guion es malo, que en holllywood se filma mejor.
Elementos poco convincentes para atacar a una digna película de acción que merece ser vista.