Malos tiempos en El Royale ofrece una historia entretenida cuyo ritmo y musicalidad atrapa al espectador desde el primer minuto. Presenta giros inesperados y escenas de violencia que, por momentos, recuerdan al maestro Tarantino.
El filme se desarrolla en un hotel venido a menos ubicado entre California y Nevada. Añorando tiempos mejores, el decadente hospedaje encierra tantos misterios como sus peculiares inquilinos. La historia avanza de forma original a modo de capítulos asociados a cada una de las habitaciones, a la vez que retrocede en el pasado de los personajes tratando de dar coherencia a su situación presente. No obstante, Drew Goddard podría haber ahondado algo más en la psique de los personajes dando profundidad al filme.
Sin lugar a dudas, la banda sonora y el ambiente que logra crear el director te transportan a otra época y situación.