Una película que tenía todas las intenciones de ser una muy buena película, pero hay un fallo que no sé donde viene. O el director no dirige bien a los actores y actrices o estos actores y actrices son muy malos.

Milú, que era bastante famosa en su día, está muy normalita tirando a mal. Guillermo Marín, que es bastante famoso en el cine español, está justito. Hubiera dicho que es culpa del director, por no saber dirigirlo, pero luego vemos a un Manolo Morán y está como le recordamos, es un buen actor y hace un buen papel. Si no hubiera sido por él, hubiera dicho que el director era malo, no sé.... ahí anda la cosa.

Vemos a Tony Leblanc sólo 2 minutos... una lástima.

Y en definitiva, la película pierde por justamente ver unas escenas muy forzadas, nada naturales y en algunos momentos sobreactuadas. Pero no la suspendo tanto, porque la adaptación e incluso la música, está muy bien.