Tiene casi 40 años y se mantiene fresca como una lechuga.
Transcurre prácticamente en una habitación con una producción cuidada y lograda. No le falta un detalle.
La Dirección hace una brillante demostración de cómo se narra una historia sin marear al espectador. El movimiento de la cámara es genial. Además, en todo momento sabe transmitir las intenciones y mantener el suspense y la intriga. No hay tiempo para el aburrimiento.
La Historia no es muy original porque con este tipo de situaciones ya hemos visto más de una película, pero está diseñada con mucha inteligencia y naturalidad. Te atrapa. Uno no se siente estafado como nos sucede en otras películas tramposas en las que todo está oculto y somos meros espectadores ajenos a la trama. Aqui se nos invita a participar como uno más en un secuencia de acontecimientos que no nos resulta extraña ni caótica.
Los protagonistas están espectaculares, ésto es actuar y lo demás es cuento chino. Me ha sorprendido Reeve con unos momentos excepcionales.
Resumiendo: CINE auténtico.