Yo estoy hasta los cojones de los intelectuales. Si esos que se rascan la barba y que aprovechan el estreno de una comedia juvenil y pueril en la que saben que lo que va a predominar son el lenguaje coloquial para ponerla verde, tacharla de la mayor mierda y luego poner a parir a todo el que diga que es buena, insinuando que si trabaja en el film o que si su gusto cinematográfico es espantoso. Estoy cansado de que por decir que me reí con "American Pie" "Supersalidos", "Lío Embarazoso", "Eurotrip" o "Torrente" sea vapuleado. Y es que encima aquí nos topamos con otro punto débil, el cine español. A nosotros como críticos de las narices nos encanta críticar lo nacional y valorar en exceso lo internacional. Pero eso por suerte pasa en cualquier situación (fútbol, política) aunque en el cine hay un exceso. Yo admito que el cine español me da bastante pereza. Y sí como otros muchos considero que Miguel Ángel Lamata no es un buen director (véase ese esperpento llamado "Isi y Disi: Alto Voltaje").
Pero fui con la mente despejada y puede que no me encontrase con la película del año y un film que ni siquiera es decente. Pero me encontré con una peli divertida con un argumento algo loco y con unos personajes muy raritos pero que en general me gustaron (en especial Joaquín Reyes). Y si hay personajes que no te crees (Jeziersky) pero resulta que al final se les da una vuelta de tuerca decente.
Vamos que da lo que promete, arranca sonrisas y encima no es muy larga. Vamos que estamos ante un film decente.