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España España · Granada
Voto de Kikivall:
7
Drama Cuando Julieta está a punto de abandonar Madrid para irse a vivir a Portugal, se encuentra por casualidad con Bea, una antigua amiga de su hija Antía, a la que no ve ni sabe nada desde hace años. Bea le cuenta que vio a Antía en el lago Como, en Italia, y que tiene 3 hijos. Aturdida por la noticia, Julieta cancela su viaje a Portugal y decide escribir sobre su hija, desde el día en que conoció a su padre durante un viaje en tren... ... [+]
8 de mayo de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película iba a haberse llamado “Silencio”, pero finalmente se ha titulado Julieta. Las razones las explica el mismo Almodóvar que declaró: «Cuando empezamos la preproducción me enteré que Martin Scorsese iba a rodar una película con el mismo título”.

Comienza la película cuando Julieta de mayor (Emma Suárez) está decidida a trasladarse de Madrid a Portugal, con su novio Lorenzo (Darío Grandinetti). Pero poco antes del viaje a Lisboa, por una casualidad del destino, se encuentra con Beatriz (adulta) (Michelle Jenner), una antigua amiga “íntima” de su hija Antía cuando eran adolescentes. Julieta hace trece años que no sabe nada de su hija, cuando se marchó tras haber cuidado de ella después de su enviudamiento, a una especie de retiro espiritual del cual ya desapareció del mapa para hacer su propio camino. Julieta ha vivido desde entonces una vida desolada por la ausencia de su hija.

Pero hete aquí que en el encuentro con Beatriz, ésta le cuenta que pudo hablar con Antía en Italia, en el lago Como, la cual le dijo tener tres hijos, y que se mostró arisca con ella. Julieta, aturdida por la noticia, decide cancelar su viaje a Portugal, quedarse en Madrid y comenzar a escribir sobre su hija.

La película resulta de una adaptación de los relatos "Destino", "Pronto" y "Silencio", de la Premio Nobel de literatura canadiense Alice Munro, que a su manera componen una novela corta alrededor de la ausencia y el quebranto. El film es ante todo una historia de féminas sobre el dolor, la tragedia, la culpa y la pérdida.

Pedro Almodóvar hace aquí una película que es diferente a otras suyas, pero que parece seguir el trazo de Los Abrazos rotos (2009) o La piel que habito (2011). Película en cierto modo laberíntica que se mueve por derroteros que parecen querer romper con el Almodóvar juvenil y fresco, para sumergirse en una panorámica letal y sonámbula sobre el sentido de la pérdida. Película excesiva sin duda en su desafuero, lo cual hace que el espectador se quede un poco atónito ante la falta de razones a tanta desventura como plantea el film.

El guión del propio Almodóvar da la impresión de ser una adaptación razonablemente buena de los textos, que no conozco, de Alice Munro, de la que sí he leído otros relatos, siendo que es una escritora con grandeza y hondura.

La música Alberto Iglesias es muy buena y ayuda a realzar las imágenes y a transmitir emociones. Esplendente, brillante y virtuosa la fotografía de Jean-Claude LarrieuUna producción genial y un montaje estupendo de José Salcedo, un habitual con Almodóvar.

Para mí, la principal actriz en el reparto con diferencia es una Emma Suárez que despliega su repertorio dramático en un nivel de credibilidad máximo. Adriana Ugarte está bien, pero le faltan tablas; aunque ambas Julietas (Suárez y Ugarte) nos hacen partícipes a la vez del alma apasionada o atormentada de su personaje. Inma Cuesta correcta en su rol de amiga fiel-infiel. A Darío Grandinetti le he visto mejores trabajos. Rossy de Palma, un poco rara con esa permanente tipo estropajo metálico en la cabeza. Michelle Jenner está igualmente OK. Daniel Grao cumple. Y en un nivel excelente están los trabajos de Blanca Parés, Priscilla Delgado, Sara Jiménez, Tomás del Estal y Bimba Bosé; hasta Agustín Almodóvar hace de revisor de tren.

Como digo, la película está basada en diferentes relatos de la Premio Nobel Munro, de cuyos relatos Almodóvar había quedado prendado, y cuyos derechos de autor adquirió. Y con ellos, Almodóvar ha creado una especie de “barroquismo dramático” en el que ya no cabe más tragedia y penar. Es como si hubiera dicho: a ver cómo encajo en estos noventa y seis minutos de película: el amor de Julieta y todos sus avatares, la muerte del marido y su viudez desgraciada, la muerte de su madre, la desaparición de su hija, el suicidio del pasajero del tren, los amores del padre, el novio Lorenzo anhelante, la enfermedad terminal de la escultora ex amante de Xoan, la insinuación lésbica de su hija Antia, etc. En fin, es como un cuadro de El Bosco, donde hay de todo (en este caso nada bueno), pero sin la entidad de El Bosco.

Julieta cuenta una historia muy dura, sin concesiones, no da respiro al espectador.

Nadie va a dudar, más allá de lo que digo, que esta especie de thriller dramático es una vuelta de tuerca al melodrama clásico, película sobre la madurez y lo doloroso que puede resultar este proceso, pero también, sobre lo mucho que se aprende en ese transcurso. Un trabajo profundamente triste, desconsolado.

La película tiene calidad y enjundia, no se puede obviar. Al final del film, cuando un atisbo de luz y confianza asoman en un eventual horizonte, suena la voz de Chabela Vargas a modo de recapitulación.
Kikivall
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