La película trata de cómo el hijo de un traficante colombiano, con la ayuda de un comando de sicarios, toma por la fuerza un colegio elitista en EE.UU., raptando a sus estudiantes y parte de los profesores, para que liberen al mafioso Enrique Cali, su padre.

Película dirigida por Daniel Petrie Jr. con pulso y tensión para hacerla atractiva, con guión del propio Petrie y de David Koepp, adaptación de novela de William P. Kennedy, y un buen montaje. Nadie va a dudar que la trama y sobre todo la acción, son la clave de este film dirigido a gente joven mayormente, con una adecuada música a la acción y decente fotografía de Thomas Burstyn.

Es una peli para pasar el rato más o menos de forma entretenida, sobre todo como he dicho para jóvenes o adolescentes, sin que sea nada del otro mundo ni tenga actuaciones magistrales, aunque en este aspecto actoral destacan Louis Gossett Jr., Andrew Divoff y sobre todo un decente protagonista tanto físico como interpretativo, tal Sean Astin.

Lo dicho, peli para jóvenes o adolescentes mayormente, sin pretensiones ni alardes.