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España España · Granada
Voto de Kikivall:
7
Thriller. Romance Nick, un joven surfista, cree que todos sus sueños se han hecho realidad cuando va a Colombia a visitar a su hermano. En un ambiente idílico de lagunas azules y blancas playas, Nick se enamora perdidamente de la bella María. Todo parece perfecto hasta que Nick conoce al tío de la joven, un tal Pablo Escobar. (FILMAFFINITY)
7 de marzo de 2017
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Estamos ante una película un tanto singular que mezcla géneros como la acción, el melodrama romántico, los carteles, y que funciona bastante bien. La razón de que sea una película que se ve con gusto está basada sobre todo en dos pilares. Por un lado Benicio Del Toro que no defrauda y hace una interpretación excelente del personaje, aunque no sea él el protagonista del film, como ahora diré. El segundo puntal es una dirección potente y convincente del debutante Andrea Di Stefano que conduce la historia con dinamismo e interés.
En este film, la historia no se centra tanto en la vida del líder narco del cártel de Medellín Escobar, cuanto en la relación que mantiene el personaje principal, Nick (Josh Hutcherson), con Escobar (Del Toro), a la sazón su tío político.
La composición del personaje que hace Benicio Del Toro es muy interesante y muestra el carisma y la oscuridad que el capo colombiano tuvo seguramente en su vida real. Pero hay que decir que la trama se desdobla con rapidez hacia el conflicto de Nick junto a su historia de amor, lo que hace que se rompa un tanto la compenetración y la comprensión de parte del espectador en la construcción actoral de Del Toro.
Otros apuntes técnicos además de la calidad de la dirección por parte de Andrea Di Stefano son un excelente guión firmado por el propio Di Stefano, un libreto que hace que funcione la intriga y que se entienda el proceso de vampirización de Hutcherson por parte tanto de su novia como por la personalidad inquietante e hipnótica del mafioso Escobar; una música que acompaña paso a paso las escenas del film, de gran calidad, de Max Richter, que ameniza e intensifica el metraje; y una gran fotografía de Luis David Sansans que capta tanto planos cortos como enfoques largos de maravillosos paisajes.
La trama fluye ágilmente entre el pasado y el presente, entre dos mundos, el civilizado y el tribal-familiar con sus principios morales perversos que incluyen una visión mafiosa de la religión. Se agradece que la película no se exceda en disparos o en violencia explícita (algo siempre hay, claro); e igual, tampoco hay sexo a gogó ni escenas patibularias. Tal vez quepa reprochar un poco el esquematismo de algunas propuestas. Pero Di Stefano lo hace de tal modo que no se excede en tópicos más de lo imprescindible.
No voy a decir que sea la gran película del pasado año, pero sí creo que es una digna obra que se puede ver con atención e interés.
Kikivall
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