Una película algo desvencijada en el guión, con escenas repetidas para ganar tiempo. Unos caracteres no bien dibujados del todo. Algunos episodios como el de la desaparición del psicólogo son peregrinos y no vienen muy a cuento.
Buena la fotografía y el paisaje, porque ya se sabe que el Norte de España (en realidad cualquier lugar) da muy bien en el cine.
Alfredo Landa y Carmen Maura como siempre, bien, pero tampoco tienen que esforzarse mucho. Bien los niños en la parte de Fernando y César. Pero de mayores, 18 años, tanto Achero Mañas como Gustavo Salmerón están un poco pasaditos. Más de veintitantos seguro.
Y una vez más, como en no pocas pelis españolas, sobre todo desde los setenta, no se acierta en progresar bien hacia el final.
spoiler:
Esas dos escena de sexo en pelota picada en el jardín, primero con la presunta novia y luego con su prima son una verdadera memez. Y de ahí al final todo se desencaja.